Hoy me he dado cuenta, si, han pasado 48 años para darme cuenta que hay algo mágico en la sonrisa. Cuando alguien nos sonríe nos entrega su alma. Todos
sabemos normas de educación, lenguaje no verbal que puede incluir:
gestos, tono de voz, mirada, tacto, etc....
En cualquier
conversación o discurso ante nuestros semejantes una sonrisa puede
darnos credibilidad, calmar a nuestro interlocutor, estremecerlos o
enamorarlos entre otras diversas sensaciones donde podemos incluso
provocar vergüenza o timidez...
Si algo tan fácil y
gratuito como una sonrisa puede provocar tantas sensaciones, a que
esperamos a aprender a sonreír.
Con una sonrisa
nuestra amabilidad aumenta, las palabras resuenan desde nuestra
alma.... con un sonrisa podemos contagiar felicidad a alguien que ha
tenido un mal día o que sus pensamientos lo convierten en esa
expresión sería y preocupada.
Hoy he sonreído en el
metro, he hablado de calor con una persona que caminaba bastante
ajetreada y nuestra conversación de sonrisas y lenguaje no verbal
nos han regalado un momento feliz. La vida es más sonreír y menos
pensar, más sonrisas que nos hagan vibrar sin motivo aparente, sin
esperar nada del otro que no sea contagiar esa magia interna que
todos tenemos y que tanto gusta a los que nos conocen.
¿Cuantas veces en una
foto nos dicen:que guapo estás? ¿Y cuantas veces nos dicen: estás
bien?
Primero aceptemos que al
sonreír en persona o en foto el que el otro está viendo es nuestra
felicidad, vamos a olvidarnos si no me gusto cuando sonrío, o si se
me ven las encías mucho al sonreír ese es mi caso). Me gusta
sonreír y he descubierto que me gusta rodearme de personas que
sonríen, personas alegres, personas positivas y personas que son
amables. Sonrisa, optimismo y felicidad van unidas de la mano y
potenciar la sonrisa nos llevara a ser más optimistas y más
felices. No digo que las personas serias no sean felices, pero a
muchos nos gusta que nos sonrían y nos contagien esa felicidad del
alma.
Ir vestido de sonrisa
nos da un mejor color de vida!!! Tenemos todos los colores del
universo y cada uno hacemos nuestro el que mejor nos acompaña.
Siempre habrá a quien no le guste tu sonrisa o tu color en algún
momento, pero al fin y al cabo te ha de gustar a ti.
¿Cuantas veces vamos
serios o tímidos por la vida y al sonreír nos alaban nuestra
guapura? O nos dicen: Pensaba que eras más serio ... La seriedad no
es mala, al contrario, hemos de ser responsables y consecuentes, pero
si somos responsables risueños podremos ver que siempre somos
bienvenidos. A todos nos gusta que agradamos y si sonreímos es un
síntoma de estar a gusto, los ojos nos brillan y transformamos
nuestra energía en un bien para todos.
Somos como somos,
todos diferentes, ni mejores ni peores, ni más guapos ni más feos,
por tanto, sonríe a la vida, la vida es maravillosa cuando te cruzas
con alguien que te sonríe. No temas a sonreír, tu felicidad está
en tu mano, y si vas por la calle sonriendo y piensan que estas LOCO,
es porque no han probado el placer de ser feliz detrás de una
sonrisa.
Recuerdo una anécdota
de cuando tenía 18 años que me gustaría explicar.
Me examino de teórica
prácticamente sin estudiar, y claro, suspendo. Voy para casa
pensando, bueno a ver si estudio y así el próximo día apruebo el
examen. Llego a casa y mi madre impaciente me pregunta:
- ¿Cómo te ha ido? ¿has aprobado?
- No, no, que va, he suspendido (sonrisa inevitable en mi).
- Va, dime la verdad, como vas a suspender.... no te creo.
- Que si Mama, he suspendido (nueva sonrisa más grande aún).
- Oye, déjate de juegos y dime la verdad, yo no estoy para chirigotas, ehhh (tono amenazador pensado que le tomaba el pelo).
- Que no, no he aprobado (nueva y mayor sonrisa).
- Oye a ver si voy a tener que llamar a la Autoescuela para que me digan que has aprobado (sonrisa cómplice de mi madre).
- Llama si quieres, te estoy diciendo la verdad, (la abrazo y la beso) he suspendido (mirándole a los ojos intentando estar serio, y vuelvo a sonreír un poco más).
- Bueno déjame ya, ya llamo a la autoescuela (sonrisa contagiosa)
Al final acabamos los
dos muertos de risa, mi madre llamando a la Autoescuela ratificándole
que había suspendido y yo recordando que desde muy joven mi opción
ya era sonreír.
Quizás mi sonrisa a
parte de gustar más o menos ha ayudado para que mi filosofía sea “a
mal tiempo buena cara” y si puede ser con una sonrisa mejor.
Sonríe por favor!!! y
si no lo haces, no pasa nada, quizás no te vean tan guap@.
PD: He visto a
personas durmiendo en la calle (tema de delicado debate) con sonrisas
de felicidad y personas en grandes mansiones y altos cargos que
perdieron la sonrisa.
Tú siempre me haces sonreir.
ResponderEliminarFelicidades y no dejes de hacer feliz a los demás. Lo consigues.
Siempre has tenido una bonita sonrisa
ResponderEliminarA la siguiente vez aprobaste gracias a sonreír la primera vez que suspendiste, estoy convencida.
ResponderEliminarDe acuerdo con @dolors, haces feliz a los demás, no cambies.
Azu.