martes, 27 de marzo de 2018

NO!!!



    Hay palabras que nos cuestan pronunciar más que otras. Recuerdo mi miedo a pronunciar NO. Siempre pensaba que al decir No, privaba a los demás de lo que ellos querían de mí. Me costó entender que todos pedimos, y por el hecho de querer algo, no significa que nos tengan que dar todo lo solicitado. Yo aceptaba las negativas de los demás con resignación, no quería entender porque no me daban lo que yo pedía. Incluso lo convertía en algo personal sintiéndome en muchas ocasiones ofendido.

    Decir NO, no ha de ser un trauma para ninguna de las dos partes. Yo he aprendido a aceptar las negativas entendiendo mi  propia estadística del NO. Consiste en saber que a tantos números de NO llegará el preciado SI. Hay veces que  el SI es automático y entonces la estadística del NO, no tiene sentido. A mí me funciona ante los miedos de mi vida personal  y en la profesional.

    En mi vida personal si deseo hacer algo pero tengo miedo a esa negativa que tanto me puede afectar pienso que la otra u otras personas igual no les apetecen lo mismo que a mí, pero a base de proponerlo al final obtendré el preciado SI. Esa es la estadística que debemos buscar, a tantos NO, llega el SI. Aquí seguramente la estadística será muy favorable y con pocas negativas obtendremos la afirmación siempre que para las otras personas seamos lo suficientemente importantes para complacernos posiblemente antes de lo que creamos. Pero si no preguntamos asumiendo el NO, este nunca llegará. Debemos  formular las preguntas sin miedo sabiendo que el rechazo a nuestros
planes es algo eventual y nada personal. Sobre todo  aceptar que ese No es el principio del SI, ya que entramos en un dialogo donde podremos argumentar y proponer nuestros deseos. También es muy importante que cuando aceptemos el NO, ser libres de negarnos a los planes de los demás y cada uno de nosotros podamos contentarnos realizando  aquello que queremos. Es cuestión de tiempo y de respeto a los demás que podamos unir nuestros intereses en nuevas ocasiones si eso es lo que deseamos. Pero sobre todo tengamos claro que si no preguntamos nunca sabremos si desean lo mismo que nosotros.

    En la vida profesional el NO muchas veces la estadística nos puede a llegar a desesperar, ya que la negativa suele ser mucho más común por la falta de compromiso o afinidad con nuestros intereses. Mi claro ejemplo está en la venta, todos los que nos dedicamos a vender, sea lo que sea: un producto, un servicio, etc debemos de saber que cada producto o servicio tiene su estadística del NO, yo para vender mi producto necesito 80 negativas, para poder negociar con 5 personas donde una de ella comprará mi producto. Cuanto  antes llegue a mis negativas, antes tendré mi venta, y si opto por la una actitud optimista me doy cuenta que el SI me sorprende ante mi estudio del NO.

    Tanto en lo personal como en lo profesional mi actitud es no hacer esa negativa en algo personal. Mi intención es clara, yo quiero un SI, quiero salirme con la mía, quiero ir al cine, escoger yo al película o vender mi producto. Yo propongo sin expectativas que puedan hacerme cuestionar la respuesta de mi interlocutor, su libertad es mi elección en otro momento donde mi respuesta no me hará sentir incómodo.

   Sea lo que sea, mi decisión es no suponer que el NO es la respuesta, por eso me aventuro y a veces la vida me da el SI.

   ¿Y tú, quieres tú sí? ¿O prefieres seguir viviendo en el supuesto NO?